Sharkey, de 42 años, ha sido boxeador, está casado, tiene un hijo de 20 años, odia tanto a Bin Laden como el propio George W. Bush, pero promete hacer lobby para que los soldados estadounidenses abandonen Iraq. Además se hace llamar "el empalador" y su principal preocupación es el mejoramiento del sistema educativo en su estado. Lo único que lo diferencia sustancialmente del resto de candidatos es que él adora al diablo.
“Soy un Oscuro Sacerdote Satánico, Vampiro Sanguinario y Brujo Hecate. Mi nombre mágico es: Lord Ares. Desprecio al Dios cristiano, él es mi enemigo. Eso no quiere decir que odie a sus seguidores. Estados Unidos fue fundado en base a derechos y libertad de religión. Eso está garantizado en la primer enmienda de la Constitución. Ese derecho me permite adorar a Lucifer y a la diosa Hecate, y a usted a su Dios”, afirma democráticamente en su sitio web.
Una de las promesas del "empalador" es, precisamente, enterrar a los terroristas, asesinos y pederastas, y piensa que más "barbárico" es violar a un menor o matar 3,000 estadounidenses como -supuestamente- lo hizo Osama bin Laden. Si tiene las agallas de presentarse tal como lo hace, pues tengan la seguridad de que no dudará en poner 10 metros bajo tierra al líder de Al Qaeda si es que llega a obtener el poder y lo atrapa. ¿Cómo gobernador no podrá hacer eso? Agárrese. El empalador quiere ser presidente de los Estados Unidos el 2008.