21 septiembre 2007

Fujimori extraditado: La prensa con los ojos abiertos (y la nariz tapada)


Por fin, el ex dictador será juzgado en el Perú. Esta esperada noticia ha provocado mucho entusiasmo en los que lucharon contra la dictadura primero, y contra la impunidad ahora. Sin embargo, ahora que está confirmado que comparecerá en los tribunales peruanos, hay que estar preparados para la guerra mediática que se avecina, una batalla quizá tan --o más-- importante que la que se librará en los pasillos del Palacio de Justicia y en los círculos del poder.

Y no lo digo con temor, sino a modo de advertencia. La campaña fujimorista ya ha comenzado. Primero, desde Santiago todavía, con una voz visiblemente afectada pero disfrazada de tranquilidad y sosiego, Fujimori quiere vender la idea de un regreso triunfal, de un retorno que tenía en sus planes y no de la derrota que en realidad ha sido para sus planes de quedar impune (una derrota incluso más grande que la electoral que sufrió en Japón cuando trató de ser senador).

Esta idea también está siendo reforzada desde Lima. Su hija y congresista de la República --la más votada en las elecciones del 2006, ojo--, Keiko Fujimori, ha pedido a los fujimoristas que lo vayan a recibir al aeropuerto Jorge Chávez no con tristeza, sino con alegría, como si se tratara de una estrella.

Fujimori tenía --tiene-- estas cosas. Pese a que su imagen política está completamente destruida, su imagen mediática, quizá la más importante en unas elecciones, podrá estar golpeada pero aparecerá parchada con curitas. Al común --la gente que votó por Keiko, por otros fujimoristas y tal vez por los nacionalistas-- todavía le cae simpático el 'Chino' y piensa que tenemos que agradecerle por habernos librado del terrorismo.

Finalmente todo se decidirá en el Poder Judicial, pero durante esta batalla en sus pasillos, no duden de que aparecerán nuevamente los psicosociales, la política populachera se multiplicará y --estoy seguro--, volveremos a escuchar sin que podamos evitarlo esa tonadita en clave de cumbia que adornó su campaña electoral en el 2000 y que sirve como adormece-cerebros popular.

Bien lo dice Juan Sheput en su blog: "el sendero de la justicia recién empieza". Y suscribo sus palabras: "estamos ante un compromiso ante el mundo". Los periodistas tenemos que estar a la altura, y no dejarnos arrastrar nuevamente, por ningún motivo, por el debate de alcantarilla con olor a fujiimorismo.

La entrevista que le dio a la CNN

17 septiembre 2007

La Iglesia y Alan García

Estoy casi seguro de que hace rato el Presidente peruano no se llevaba tan mal con la Iglesia. Fujimori y Cipriani tenían una especie de pacto de silencio cómplice; con Toledo la cosa fue peor pero algo asolapada, diría. En cambio Alan desde un principio pareció dispuesto a mantener tensas las relaciones, y en el tema de Majaz se le ha soltado la lengua. Creo que la pelea está reñida, pero yo le apuesto al campeón mundial vigente y omnipresente. Amén.

Hoy en El Comercio:
ENCUESTA NACIONAL DE EL COMERCIO
Iglesia Católica es la institución de mayor confianza

El 71% de los peruanos confía en la Iglesia Católica, según la última encuesta nacional de El Comercio elaborada por Apoyo. Este alto porcentaje (71%) también lo alcanza el Reniec, que se convierte en la institución estatal más confiable. Otro dato que se desprende del sondeo es que los peruanos confían más en sus vecinos de cuadra que en los poderes del Estado. Fuerzas Armadas y la Defensoría del Pueblo también son apreciadas.

Hoy en La República:
AGP perdió los papeles y la emprende contra el arzobispado y los comuneros

• Acusó a la Iglesia de "jugar a la política" al motivar el pronunciamiento del pueblo sobre la actividad minera en la zona.
Bastante exacerbado y con tono iracundo, el presidente Alan García acusó de "agitadores" a los sectores comunistas y de izquierda por intentar impedir el ingreso de la inversión privada al Perú al promover la consulta popular sobre la actividad minera en la zona de Majaz.

10 septiembre 2007

Santo caché (de Google)


En la caché de Google encontrarás el libro que ya perdió su lugar en el estante de los estrenos, hallarás el improperio eliminado por la censura, o el pdf borrado para preservar las normas del copyright.

Hace unos minutos me pasó lo último: encontré una crónica en pdf del periodista Juan Pablo Meneses, publicada en su libro Equipaje de mano y que alguna vez leí en Etiqueta Negra. Cuando hice click en el enlace me salió el temido "Not Found" (a ti también, je), pero entonces apareció la bendita 'caché' para paliar mi enojo.

Si tienes el libro o la revista, no hay problema, pero a veces uno no tiene los textos a la mano cuando los necesitas y tampoco están en Google. Ahí empieza la labor salvadora de la 'caché', que se podría definir como una memoria de la memoria, casi indestructible. Casi, digo, porque sé que existen códigos que se puede insertar en las webs para evitar que Google te 'cachée', pero ¿Quién no quiere estar para siempre en el cerebro de Google?