Lo sorprendente es la reacción de los bloggers peruanos, que se han unido y hecho eco de este caso. Incluso, uno de ellos creó un banner que acá reproduzco. Me uno a la protesta. De todos modos a nadie le gusta el spam.

“Después de existir durante casi 160 años, el servicio de telegramas será suspendido de forma definitiva en Austria a finales de este año, informó hoy la compañía semi-estatal de telecomunicaciones Telekom Austria (TA)”, informó, a su vez, la agencia EFE. Según la agencia, el servicio no puede competir con el correo electrónico, la telefonía móvil, y el fax.
¿Estamos hablando acaso del primer medio de comunicación que cae derrotado ante las nuevas tecnologías y, más precisamente, ante la Internet? Creo que sí. Ha caído después de más de medio siglo en Austria, donde el primer telegrama fue enviado en 1847.
De unos 23 millones de telegramas que se enviaron en 1913, casi un siglo después, sólo se mandaban unos 120 mil. Internet ha ganado, señores, su primera batalla. Pienso que después, mucho después, el envío de cartas por correo tradicional será sólo un gesto romántico, como un paseo en carruaje, y después será la televisión (el último ipod de Apple al parecer no ha tenido tan mala acogida como se pensaba), la radio, y ¿el cine? No sé porqué pienso que el cine seguirá adoptando los avances tecnológicos pero no desaparecerá.
Este post será más bien breve, porque tengo que salir corriendo a mandar mi primer y, tal vez, mi último telegrama.
Los más importantes diarios en castellano, como El País de España, Clarín de Argentina, o El Comercio de Lima, han desarrollados sus sitios webs no sólo como la versión on line de sus diarios en papel, sino como auténticos medios con una infraestructura aparte y un personal dedicado exclusivamente a mantenerlos. Eso porque cada vez hay un mercado que demanda leer más y mejores noticias por Internet.
El periodista español Miguel Ángel Bastenier, subdirector de Relaciones Internacionales de El País, nos advirtió a varios periodistas latinoamericanos sobre esta posibilidad. Muchos nos mostramos incrédulos ante lo que escuchábamos. Es difícil pensar que la gente dejará de comprar diarios. Bastenier nos dijo que comprar un diario todos los días era un hábito, y que la gente tarda en dejar los hábitos, pero los deja. ¿Qué haríamos cuando los pocos lectores que aún le quedan a los diarios se deshagan de este “hábito”?.
Especialización. Esa fue la respuesta que nos dio. Para él los diarios que pueden sobrevivir a esta arremetida de la Internet, serán los que tengan un público cautivo, gente que todos los días encontrará en su diario favorito lo que quiera leer y que sea importante para organizarse, y que se nutrirá de las noticias que las agencias de prensa –especializadas también– produzcan. El resto, las noticias sobre otros temas, las pueden chequear en Internet.
A veces me pregunto si no terminaré como el reportero Kevin Sites, ex corresponsal de guerra de la CNN, ABC y NBC, recientemente contratado por Yahoo para que informe desde las “zonas calientes” del mundo en su blog hotzone.yahoo.com. También llegaría a Perú. Habrá que empezar a ahorrar para comprarse la camarita nomás.